Aspectos generales de la dependencia de adultos mayores
En la actualidad, es común pensar que “dependencia, vejez y envejecimiento” son sinónimos. se asume que el viejo siempre depende de la familia, de sus pares, de la asistencia social, de otros. Prevalece la idea de que los ancianos carecen de autonomía, que son incapaces de decidir por sí mismos, y deben ser cuidados por su edad, porque son viejos. estos prejuicios colocan a la vejez y al envejecimiento como “problemas sociales que deben ser resueltos” y no como procesos propios del ciclo de vida en los que la disminución de algunas capacidades físicas y mentales es natural, pero no necesariamente debe traducirse como pérdida de la autonomía (scolich, 2005; rizo-lópez, 2007; Puijalon, 2009; arroyo-rueda, 2011). La dependencia de las personas mayores a otras personas, instituciones o ámbitos, ya sea por limitaciones físicas o mentales, se relaciona con la dificultad de los ancianos para llevar a cabo actividades de la vida diaria. De acuerdo con el comité de ministros del consejo de europa, la dependencia:
[…] es un estado en el que se encuentran las personas que por razones liga- das a la falta o a la pérdida de autonomía física, psíquica o intelectual tienen necesidad de asistencia y/o ayudas importantes a fin de realizar los actos corrientes de la vida diaria. La dependencia puede afectar a cualquier sector de la población y no sólo a las personas mayores. si bien es cierto que la dependencia tiende a aumentar con la edad, y que la vejez se caracteriza por aparecer frecuentemente asociada con múltiples problemas de salud, la edad no es el único criterio acerca de este estado (comité de ministros del consejo de europa, 1998:3).
En méxico, las fuentes de información sobre dependencia en la vejez son escasas y se refieren esencialmente a la de tipo funcional. con datos del Censo de Población y Vivienda 2010 (ineGi, 2010) se estima que, a nivel nacional, 13.2% de las personas de 60 a 69 y 29.5% de las personas de 70 y más años tuvo alguna limitación para realizar actividades de la vida diaria (ineGi, 2010). De acuerdo con la encuesta nacional de salud y nutrición 2012, (ensanut, 2012), en méxico, cerca de la mitad 48% de los sujetos de 60 y más años de edad presenta alguna discapacidad, y más de 500 mil se encuentran en situación de dependencia. a nivel nacional, poco más de la cuarta parte de la población adulta mayor tuvo algún tipo de limitación para llevar a cabo actividades de autocuidado, tales como caminar, vestirse, levantarse de la cama o bañarse. La ensanut 2012 también reporta que las prevalencias y la severidad de la discapacidad son mayores entre las ancianas, en los más viejos, en los sujetos que viven en condiciones de pobreza y entre quienes tienen menor grado de escolaridad (Gutiérrez et al., 2012).
Sin embargo, el estudio de la dependencia en los sujetos ancianos, así como durante la vejez y el envejecimiento, debe ir más allá del análisis o la medición de las limitaciones para realizar actividades de la vida diaria o de autocuidado. Sin pretender minimizar su importancia para la salud pública, estas limitaciones son expresiones muy concretas de procesos de un alto grado de generalidad que rebasan con mucho la capacidad individual y las dimensiones puramente biológicas, físicas y mentales de la ausencia de independencia en poblaciones adultas mayores.
Bibliografía
http://www.geriatria.salud.gob.mx/