Envejecimiento en México
El perfil sociodemográfico de la sociedad mexicana ha sufrido transformaciones sustantivas a lo largo del tiempo.
En un periodo no mayor a cuatro décadas, la población de México frenó y redujo su acelerado crecimiento, consolidó su perfil urbano, intensificó su actividad migratoria y dejó
de ser un país eminentemente joven para iniciar su tránsito hacia el envejecimiento.
Sin duda alguna, la posibilidad de prolongar la existencia representa un logro individual y colectivo. El incremento en la esperanza de vida de la población es el producto directo
tanto de acciones públicas en materia de salud y desarrollo, como de la interiorización de conocimiento y prácticas que derivan en una mayor valoración de la salud y en el
autocuidado de la misma.
No obstante, México, como otros países en fases similares de la transición demográfica, se enfrenta ahora al desafío de traducir el incremento en la esperanza de vida de la
población en la experiencia de más años vividos con calidad. De manera simultánea, se presenta el reto de generar las condiciones necesarias para el aprovechamiento del dividendo demográfico, proceso implícito en el tránsito hacia el envejecimiento poblacional.
Por lo anterior, resulta fundamental contar con información puntual y detallada sobre las características del envejecimiento como fenómeno demográfico, a fin de identificar los elementos que resulten relevantes en el diseño de políticas públicas dirigidas a preparar a la sociedad y sus instituciones, para enfrentar las demandas sociales propias del cambio en la estructura etaria de la población.
El presente documento esboza brevemente los principales aspectos del envejecimiento de la población en el país, partiendo de su origen, la transición demográfica, y
considerando sus consecuencias en diversos indicadores sociodemográficos.